domingo, 1 de septiembre de 2013

HISTORIA DE LA ANATOMIA, FISIOLOGIA E HISTOLOGIA DE LOS OVARIOS APORTES A TRAVES DE EL TIEMPO (ADRIANA ARTEAGA P)


HISTORIA DE LA ANATOMIA, FISIOLOGIA E HISTOLOGIA DE LOS OVARIOS

APORTES A TRAVES DE EL TIEMPO

Herofilo (335-280 aC), fue un griego medico considerado el primer anatomista. Nacido en Calcedonia , pasó la mayor parte de su vida en Alejandría . Fue el primer científico en realizar sistemáticamente disecciones de cadáveres humanos científicos y es Herófilo registró sus hallazgos en más de nueve obras que están todos perdidos. Él fue uno de los pioneros del método científico . Junto con Erasistrato se le considera como uno de los fundadores de la gran escuela de medicina de Alejandría .
Se le atribuye el descubrimiento del ovulo, uno de los libros que escribió fue Obstetricia donde se discutió la duración y las fases del parto.
 Herophilus hizo una analogía entre los órganos masculinos y femeninos y en base a ella se pensó en la antigüedad que la hembra tenía "testículos femeninos" y "conductos que llevan el semen femenino". Se creía, erróneamente, que estos conductos se abrían en la vejiga urinaria.

Herophilus describió así el conducto asociado con lo que él llamó "testículos femeninos" (que corresponde probablemente a lo que hoy llamamos trompa): "Un pequeño conducto seminal, difícil de ver, existe a cada lado originándose en el útero. La primera parte de este conducto es bastante plegada, y, tal como en el macho, va desde el testículo a la porción carnosa del cuello de la vejiga..." Considerando estas ideas se creía en la antigüedad que tanto el hombre como la mujer producían semen, y que la mujer lo eliminaba mensualmente en el fluido menstrual.
Galeno (130-200 A.C.) aceptó esta errónea doctrina (que enseñaba que tanto los "testículos femeninos como los masculinos" secretan semen), pero reconoció que los conductos femeninos terminaban en el correspondiente cuerno uterino (interpretación correcta) y no en la vejiga. Galeno escribió: ""El ovario ayuda a producir el semen femenino, el cual es llevado a través del oviducto al útero, donde los fluidos masculinos y femeninos se mezclan, coagulándose y dan origen al embrión...""

Vesalio
(1514-1564) en su "Epitome" escribió un capítulo acerca de los órganos que intervienen en la propagación de las especies. Refiriéndose a los órganos sexuales anotó: ""el macho y la hembra reciben los instrumentos (órganos) necesarios para cumplir con su función. Estos imparten un gran poder de atracción y placer en el acto generativo, de tal modo que las criaturas vivientes se incitan por este poder. Independientemente que ellos sean jóvenes, o locos o sin razón, ellos caen en la empresa de la propagación de las especies de un modo no diferente que si ellos fueran los seres más sabios""...

En relación con los genitales femeninos, Vesalio puntualizó. ""La hembra posee un útero, dedicado a recibir el semen y contener el feto. El útero se ubica entre la vejiga y el recto y, al igual que la vejiga, está formado por un fondo y el cuello, adaptado para encogerse y relajarse..., la forma del fondo no es completamente redonda sino aplastada en el frente y atrás, obtusa arriba y muestra dos ángulos romos (uno a cada lado) que asemejan los cueros inmaduros de la cabeza de un ternero a cada lado del útero se encuentra un testis desde el cual se extiende un conducto exactamente igual al que existe en los órganos masculinos..., el conducto lleva un fino, escaso y acuoso semen desde el testículo femenino y se inserta en el ángulo obtuso en el lado del útero"".

Sin embargo, las ""trompas uterinas"" no fueron adecuadamente descritas como tales por Vesalio, sino por su discípulo, Falopio. Vesalio sólo conformó la existencia de ellas después que Falopio las describió.

Gabriel Falopio
(1523-1562) describió así el órgano que 
desde entonces lleva su nombre: ""el fino y estrecho pasaje seminal comienza sinuoso y de color blanco desde el cuerno uterino, pero después que pasa un poco hacia afuera y gradualmente se hace más ancho y se encorva como las guías de una vid... en la parte anterior tiene una gran abertura con aspecto de hilachas o flecos de una tela gastada, si éstos se abren cuidadosamente y se esparcen forman una boca con forma de campana como una trompeta de bronce. Consecuentemente, ha sido designado por mí la tuba uterina (trompeta)"".
Jan Swammerdam (Ámsterdam, 1637 - 1680), Anatomista y zoólogo holandés. Hijo de un farmacéutico, en 1667 se doctoró en medicina por la Universidad de Leiden, pero nunca llegó a ejercer; en su lugar, y gracias a una holgada posición económica, se dedicó a la investigación científica y se especializó en el estudio de los insectos, que observaba con microscopios de su invención. Considerado como uno de los fundadores de la anatomía comparada, Jan Swammerdam realizó destacadas aportaciones al conocimiento de la fisiología de la respiración y del desarrollo embrionario. Swammerdam observó de forma minuciosa la morfología y las costumbres de multitud de especies de insectos, que, tras sus observaciones, clasificó en cuatro grandes grupos según el modo en que se desarrollaba su metamorfosis, proceso que trató de explicar de forma científica, oponiéndose a las endebles teorías del médico y fisiólogo inglés William Harvey en este campo. La zoología moderna mantiene todavía hoy tres de estos cuatro grandes grupos.
Revisó asimismo las deficientes observaciones del médico italiano Marcello Malpighi sobre el sistema nervioso de los insectos y describió en el sistema linfático de los batracios las válvulas que llevan su nombre. También hizo algunas importantes aportaciones en el campo de la anatomía humana. Escribió numerosas obras, entre las que cabe citar historia general de los animales que carecen de sangre (1669) y la inconclusa Biblia de la naturaleza o historia de los insectos (1737-1738), publicada póstumamente y acabada por Thévenot.


Reignier de Graaf (1641)
Publicó trabajos sobre diversos temas aunque se le conoce, sobre todo, por sus aportaciones al conocimiento de los órganos reproductivos femeninos. Examinó y diseccionó ovarios de numerosas especies de mamíferos incluida la humana. Para nombrar a las gónadas femeninas utilizó el nombre de ovario, término que también propusieron van Horne y Swammerdam. Describió los cambios morfológicos que sufrían los ovarios de acuerdo con las funciones fisiológicas de la mujer. Describió lo que hoy llamamos "folículo de Graaf".

Es interesante destacar que Graaf se dio cuenta de la naturaleza glandular del cuerpo lúteo, descubrimiento que no se estableció definitivamente hasta 1900 y que significó un extraordinario avance para la moderna endocrinología. No obstante, no supo reconocer la ruptura del folículo y creyó que como tal era lanzado a las trompas de Falopio. El huevo fue descubierto en 1826 por Ernst von Baer y el fenómeno de la ruptura del folículo se clarificó tras un largo debate en el siglo XIX que se prolongó, incluso, a los primeros años del XX. Siguió con detalle el embarazo de un conejo desde el apareamiento hasta el momento del nacimiento y lo ilustró en interesantes dibujos. Allí se representa al huevo viajando por las trompas con un tamaño mucho menor que el folículo, detalle que no parece que le llamara la atención.

Baer, Karl Ernst Von (1792-1876), Naturalista y embriologo ruso, nació en Piep, Estonia, en 1972 y murió en Dorpat, Estonia, en 1876. Fue uno de los naturalistas mas destacados en el campo de la embriología, al estudiar el desarrollo embrionario de los vertebrados y descubrir el ovulo de los mamíferos.
1827 cuando Baer descubrió el huevo (ovulo) en el interior de los folículos de Graaff. Las aportaciones de Baer constituyeron un gran avance en el campo de la embriología. Además, descubrió también la presencia de la notocorda, la cuerda dorsal que aparece en los embriones de los cordados, desaparece en el estado adulto de los tunicados o urocordados, como las ascidias y se transforma en la columna vertebral de los vertebrados.
A partir de 1834, los estudios en la embriología fueron desplazados por otras investigaciones en el campo de la antropología y geografía; realizo numerosos viajes y antes de que Darwin publicara su obra El origen de las especies, Baer afirmo que todas las razas humanas y algunas especies animales podrían proceder de un antepasado único, pero no por evolución.



BIBLIOGRAFIA
1.      CAMPO, Humberto. (1983). Trompas uterinas, misteriosos laberintos.
Recuperado el 01 de septiembre de 2013, del sitio web Revista Creces
http:// http://www.creces.cl/new/index.asp?imat=++%3E++55&tc=3&nc=5&art=306


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